Muchas veces confundimos la vulnerabilidad con la debilidad. El mostrarse delante de los demás es signo de debilidad para muchos, cierto es que la sociedad ha hecho que lo veamos de esta manera. Pero realmente mostrarse vulnerable no es sÃntoma de debilidad. Si pienso en situaciones dónde yo me haya mostrado vulnerable u otros se hayan mostrado vulnerables, lo recuerdo como un momento muy especial. Fueron momentos donde la relación se fortaleció, la confianza se incrementó, esa persona ya no fue igual para mÃ, y espero que yo ya no fuera la misma persona para los demás. Fueron momentos de descubrimiento, de verdadera conexión, de calidad humana.
Hay personas que estos momentos los ven como una pérdida de tiempo. Un tiempo que no se está trabajando, haciendo que la productividad baje. Pero está demostrado que es todo lo contrario. Existen empresas hoy en dÃa (TEAL) dónde dedican 70 minutos semanales a estas prácticas. Todos los empleados se reúnen y comparten experiencias y reflexiones.
La vulnerabilidad (no debilidad) lleva a la confianza y a su vez, la confianza lleva al compromiso.
Las relaciones se fortalecen.
Se crean organizaciones con propósito verdadero.